lunes, 30 de enero de 2012

LA SABINA (Juniperus thurifera) PARA USO EN JARDINERÍA

Gran sabina de Hornuez  (Abatida el año pasado)
 La sabina albar o enebro (Juniperus thurifera) como la denominan en algunas comarcas es una árbol que puede puede alcanzar alturas de 25 metros, pero con un crecimiento que tiende a ser lento sobre todo cuando se tratan de ejemplares mayores.

Joven sabinar soportando una intensa nevada




 Propia de regiones con un marcado clima  continental soportando temperaturas de -25ºC. Crece en exposiciones soleadas llegando a formar bosques abiertos. Especie con indiferencia edáfica aunque con preferencia por suelos calizos.

Sus "falsos frutos"  llamados gálbulos son azulados y está recubiertos de una cera pruinosa.  Su madera es imputrescible y sus aceites esenciales actuan como parasiticida auyentando hongos e insectos. Antiguamente se utilizaba su  resina aromática como incienso.

Aspecto de la corteza
Gálbulos

 Su reproducción en vivero es costosa pues sus semillas sufren un letargo fisiológico que requiere de ciertos tratamientos para facilitar su germinación. Se comercializa en bandeja forestal con un tamaño de uno 10 cm y en contenedor de 1,5 l. alcanzando los 20-25cm.


Plántula en bandeja forestal (vivero ARBA-Va)

Empleo de sabina en jardinería

Aunque el empleo en jardinería de este bello árbol  es prácticamente inexistente, en los últimos años se puede conseguir en algunos viveros en tamaños de hasta 80-100 cm. El principal problema que presenta es su lento crecimiento, pero con las buenas condiciones que presentan por lo general los jardines su talla aumentará de manera notable de año en año, llegando en algunos casos a los 2 m en 10 años.
Este retardo en el crecimiento es una ventaja para jardines que disponen de poco espacio, además de ser una alternativa más que interesante para xerojardines.


Joven sabina con su característico porte cónico



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